Ayer fue día importante para Arnedo. El salón de plenos del Ayuntamiento era testigo de la constitución del Consejo de Ciudad. Se daba el segundo paso importante dentro del trabajo que viene realizando la Comisión de Participación Ciudadana.
El alcalde felicitó a todos los miembros de esa comisión que, por espacio de más de dos años, viene trabajando para poner en marcha un proyecto que, a mi y a mis compañeros socialistas, nos resulta ilusionante.
Está en las manos de los ciudadanos conseguir que esta "herramienta" sirva para mejorar el bienestar de los arnedanos.
Es obligación de los miembros del Consejo de Ciudad, y así se lo pedí publicamente, actuar desde una posición crítica, entendida como de exigencia a la hora de dar respuesta a los asuntos que interesan y preocupan a los ciudadanos.
Las asociaciones son los entes más cercanos a los ciudadanos. Los aglutinan en torno a gustos y preocupaciones comunes. Y deben ser el vehículo para plantear sus inquietudes a los responsables municipales.
Flaco favor harán a los ciudadanos y a la ciudad, si no son exigentes con quienes tenemos responsabilidades municipales.
Flaco favor nos haremos todos si no ponemos todo lo que esté en nuestra mano para conseguir que el Consejo de Ciudad funcione para, así, ayudar a que el Ayuntamiento funcione mejor.
Lo dije ayer desde la oposición reclamándolo para cuando sea gobierno.
¡Larga vida al Consejo de Ciudad!
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