jueves, 16 de septiembre de 2010

Arnedo, ¿dónde van quedando tus señas de identidad?

La desaparición de nuestra historica Plaza de Toros, la visión del "vacío" me causó una terrible impresión que, en su día, plasmé en un artículo que gentilmente ha publicado Graficas Isasa en su tradicional Programa de Fiestas 2.010. Os invito a compartirlo. Lo ha acompañado con fotos de nuestra querida plaza. Digo así:

"Con la pérdida de seres queridos
he sentido algo parecido.
Es ese dolor intenso que se posa
sobre la piel de lo irreversible.
Me anunciaron su enfermedad y sufrí
por ello. Hacía unas semanas que había
visto cómo, en burdo quirófano, le habían amputado
parte de su anatomía. Esta semana ya no la vi.
He sentido y llorado su ausencia. Me dolió mirar
el vacío que siguió a la presencia centenaria de
nuestra pequeña y coqueta plaza de toros.
Siguió al dolor la rabia. Y en mi cabeza comenzaron
a agolparse los recuerdos de más de medio
siglo.
Me acordé de mi padre joven. Una foto en blanco
y negro en la que ambos nos
dirigimos a nuestra placita en
una alegre tarde de corrida.
Me acordé de los primeros escarceos
de encierros furtivos. Me dolió
un tirón en una carrera a cien metros de
una vaca hasta encontrar las maderas redondas
frente al Bar Numancia.
Me acordé de esas marchas alegres de camino
a la corrida.
Me acordé de la gente apostada a uno y otro
lado de la calle saludando al taurino, a las peñas, a
la banda y a las guapas.
Me acordé del sentido contrario. Me dolieron
las piernas de tanto bailar las peñas.

Me acordé de los surcos dejados por los cientos
de encierros corridos entre nuestra coqueta
plaza y los pilones (de las monjas y de la fuente)
en mis primeros años, más cortos pero igual de
intensos después.
Me acordé de las verbenas de visita y paso
obligado entre el viejo y el nuevo Arnedo.
Y todo lo recordé y viví. Fue una mezcla de
nostálgica alegría y rabia. Alegría por lo que supuso
de volver a vivir momentos felices y rabia por
saber que nunca volverán a ser iguales.
Se nos han ido algunas edades.
Se nos ha ido nuestra centenaria Plaza. Nos la
han arrancado.
Se nos ha ido. Y con ella se nos va una de nuestras
señas de identidad.
¿Qué nos queda si perdemos nuestras señas?
¿Quiénes seremos cuando ya no estén?
Nos quedará una ciudad plana tan igual a tantas
otras, que seremos lo que diga en la placa de
la entrada.
Estas fiestas de San Cosme y San Damián no
serán las mismas. No sé si subiré a almorzar al
Almícar, o al Numancia... No lo sé. Se me ha ido
una referencia. Tengo que volver a aprender a vivir
las fiestas. Las próximas no sé cómo serán.
Las próximas fiestas no las conozco.
Y ante estas dudas me pregunto y pregunto:
Arnedo ¿dónde van quedando tus señas de identidad?"

1 comentario:

  1. Creo que has reflejado muy bien el sentimiento de los ARNEDANOS de verdad, los que aman a su pueblo y lo sienten, cuanto dolor se alberga ahora en sus corazones por no reconocer a su pueblo, a sus fiestas y a sus tradiciones, todo cuanto se vivía en su calle central, todo se sentía ahí a cualquier hora del día o la noche. ¿Crees que nos acostumbraremos a vivir sin ello, o por el contrario nos invitará a marcharnos de vacaciones?, lo probaremos y al año que viene decidiré. ¡ QUE PENA Y CUANTO DUELE!

    ResponderEliminar